Todos conocemos la belleza de un cuarzo o cristal pero pocos sabemos el verdadero poder que aguarda en su interior y la razón por la cual desde hace siglos han sido usados por diversas culturas como amuletos y elementos de sanación. Es por esto que hoy en UNNI hablaremos de estos hermosos minerales y de sus beneficios en nuestras vidas y en nuestra búsqueda de balance y bienestar.
Los cuarzos son minerales que se componen de sílice y se crean en el interior de la tierra por una fusión de agua y arena, amalgamándose durante miles de años hasta convertirse en cristales. Es justamente por este largo proceso que estas piedras acumulan y liberan energía, siendo útiles en diversos campos como amplificadores de la misma.
¿Para qué sirven?
Se encuentran en diferentes partes del mundo, en distintos tamaños y en una variedad de colores que van desde los transparentes hasta los más opacos. Son usados en prácticas de sanación y gestión de energía y cada color y característica se atribuye a una función específica.
A continuación te contaremos para qué sirve cada cristal.
Cristales que sanan
- Amatista: esta piedra de color morado es ideal para despejar y ordenar la mente cuando está dispersa y agitada; ayuda a controlar el estrés y a conciliar el sueño en las noches. Es un mineral aliado en la meditación y en la sanación de migrañas y dolores de cabeza.
- Aquamarina: estos cristales aluden al mar. Tienen propiedades de rejuvenecimiento de la mente y el espíritu. Poseen la capacidad de invocar a la tolerancia y de bloquear pensamientos negativos, ayudando a que el miedo cese. También fortalece la intuición.
- Ágata: aporta equilibrio físico, espiritual y mental. Contibuye a estabilizar la energía y ayuda en el proceso de aceptación de uno mismo, fortaleciendo la autoconfianza y mejorando nuestra autopercepción. Eleva la conciencia.
- Jade: es la piedra verde de la suerte porque te ayuda a atraer hacia ti personas, vibras y situaciones positivas, incluyendo al amor. Es símbolo del conocimiento y otorga estabilidad emocional.
- Turquesa: es una piedra mayormente conocida por su propiedad protectora. Facilita la comunicación entre los mundos físico y espiritual. Puesta en el tercer ojo favorece a la intuición.
- Pirita: funciona como un escudo de energía. Estimula el flujo de energía permitiéndote tener contacto con tus habilidades. Alivia la ansiedad y la frustración y promueve la autoestima.
- Citrino: está relacionada con los rayos solares. Atrae la felicidad y funciona como un limpiador y regenerador de energía. Es una piedra de la abundancia y por ello ayuda a manifestar y a atraer riqueza.
- Turmalina rosa: está vinculada con el chakra del corazón y por ello, atrae la energía amorosa, la alegría y la felicidad. Contribuye a equilibrar el cuerpo energético.
- Cuarzo transparente: tiene un gran poder purificador y aleja las energías y vibras negativas de ti. Atrae la serenidad, la paz y ayuda a calmar la mente. Facilita la concentración y desbloquea la memoria.
- Cuarzo rosado: es la piedra del amor incondicional. Libera las penas y las emociones que no han sido expresadas nunca, alivia el dolor profundo y contribuye con los procesos de autoaceptación, el perdón y la confianza en uno mismo.
Ya sea como elemento en casa o como joya, los cristales tienen grandes beneficios para nuestro bienestar emocional y espiritual. Llevar un cuarzo contigo es llevar un amuleto que atrae hacia ti cosas buenas y energía positiva.
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